viernes, 29 de agosto de 2014

APA: Regular marijuana use bad for teens' brains

As presented at the Annual Convention of the American Psychological Association

Frequent marijuana use can have a significant negative effect on the brains of teenagers and young adults, including cognitive decline, poor attention and memory, and decreased IQ, according to psychologists discussing public health implications of marijuana legalization at at APA, held in Washington, D.C., in August. 
     “It needs to be emphasized that regular cannabis use, which we consider once a week, is not safe and may result in addiction and neurocognitive damage, especially in youth,” said Krista Lisdahl, PhD, director of the brain imaging and neuropsychology lab at University of Wisconsin-Milwaukee. 
Brain imaging studies of regular marijuana users have shown significant changes in their brain structure, particularly among adolescents, Dr. Lisdahl said. Abnormalities in the brain’s gray matter, which is associated with intelligence, have been found in 16- to 19-year-olds who increased their marijuana use in the past year, she said. These findings remained even after researchers controlled for major medical conditions, prenatal drug exposure, developmental delays, and learning disabilities, she added. 
     “When considering legalization, policymakers need to address ways to prevent easy access to marijuana and provide additional treatment funding for adolescent and young adult users,” she said. She also recommended that legislators consider regulating levels of tetrahydrocannabinol, or THC, the major psychoactive chemical in marijuana, in order to reduce potential neurocognitive effects. 
Tomado de: Reportes de Congresos.  Univadis.com

5 comentarios:

  1. Es muy interesante pero creo que el debate esta lejos de acabar, sobre el tema ya que varios estudios reportan no causar ningún efecto neurológico a largo plazo e incluso ser menos dañino que el tabaco, de haber evidencia sobre lo que se comenta en este articulo sería interesante realizar una investigación a fondo sobre ello, y ver que factores realmente intervienen, ya que las drogas más allá del problema médico son un problema social y económico para cada país, por lo que algunas medidas no siempre son pensadas solo en el bienestar fisiológico de la persona, si no en su seguridad personal y económica, por lo que se deben tener pruebas bastante concretas para llegar a un resultado.

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  2. Sin duda por su interes médico, social, político y económico la marihuana es un tema que causa un gran debate, sin embargo algo que si debemos dejar en claro que todo uso médico que se le de estara bajo supervision adecuada, e igual que ya hay drogas legales las cuales se consumen a diario y provocan muertes/año en gran cantidad y eso no ha sido motivo para su prohibición solo se a buscado reformar la ley para evitar su abuso y la afeccion de la sociedad que no las consume, asique no seria negativo la legalizacion, siempre y cuando se aprendiera de los errores con otras drogas recreativas y se legisle correctamente, atendiendo a todas las complicaciones sociales y de salud que esto podria traer, pero tambien los beneficios de los que se podria disfrutar.

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  3. Me parece un articulo mas con connotación política ya que no hablan en algún momento sobre los métodos de investigación, los resultados ni algún sustento teórico que respalden su conlusion, lo único que se menciona es que psicólogos afirman que la mariguana es dañino para el cerebro de los adolescente lo cual es razonable porque sabemos que toda adiccion ya sean legales como alcohol y tabaquismo o ilegales alteran la salud de las personas en cuestiones psicologicas sin embargo los autores solo hablan de que no debe legalizarse la mariguana.

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  4. Es importante destacar que no existen muchas evidencias científicas sobre los efectos terapéuticos de las cannabinoides, Sin embargo, se han llevado a cabo algunos estudios clínicos, así como encuestas en aquellos pacientes que usan cannabis con fines terapéuticos, o también usando encuestas protocolizadas anónimas, con el fin de concretar otras indicaciones de interés que aún no han sido científicamente investigadas, pero frecuentes en la práctica clínica habitual. Es importante resaltar que como toda sustancia que es introducida al organismo, además de sus posibles efectos terapéuticos, también se pueden presentar efectos adversos, tales como, catalepsia, confusión y dificultad de la memorización, disminución de la secreción de FSH, LH y prolactina, taquicardia con disminución de la presión arterial, bronquitis, sequedad de la boca, efectos psicopatológicos como psicosis cannábica, crisis de pánico y fobias entre otros.Su uso está indicado principalmente en aquellos pacientes en los cuales las terapias convencionales no han dado resultados.
    Sin duda un tema muy controversial, ya que la mayoría de los consumistas son adolescentes o adultos jóvenes. Ahora, que más que tema de salud se ha vuelto un tema político en nuestro México, con su legalización. Según el artículo, afectando las funciones cognitivas de nuestros estudiantes jóvenes, creo imprudente la hayan legalizado; aún más en el contexto de las nuevas reformas educativas y demás cuestiones culturales.

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  5. Sin duda alguna, este es uno de los temas más polémicos y de complejo abordaje hoy día en el mundo de la medicina así como de la psicología clínica (como en este caso). Si bien es sabido que, mediante algunos estudios y ensayos mayormente médicos, el uso de la marihuana resulta benéfico, favorable y eficaz para la prevención y/o tratamiento de algunas patologías;este anuncio no fue ni ha sido aceptado aún del todo por la comunidad médica y psicológica principalmente. Razones para dicha discrepancia hay muchas, sin embargo las principales radican en la falta de bases y fundamentos científicos convincentes por parte de los ensayos realizados (que dicho sea de paso son pocos los ensayos/experimentos sobre el tema, cuestión que dificulta aún más la aceptación de tal hipótesis) en el intento de demostrar clara y confiablemente la realidad de su afirmación.
    Otra razón que dificulta la aceptación de este hecho es prácticamente el peso propio que significa hablar de la mariguana y todo lo que esto implica (efectos adictivos, mal control de su distribución, papel de la política).
    Refiriéndonos propiamente a nuestro país, es un tema bastante complicado; y esto se ve claramente: vivimos en un país donde lamentablemente se puede obtener dicha sustancia de manera fácil (muy fácil para ser sinceros) sin importar la edad que se tenga (problema aún mayor), siendo los principales consumidores adolescentes y adultos jóvenes, que por supuesto no la utilizan para fines médicos y mucho menos en dosis adecuadas; vivimos en un país donde nuestro gobierno dice que esta tomando cartas en el asunto pero donde sabemos que eso ni ellos mismos se lo creen.
    En términos generales, el hablar del uso terapéutico de un fármaco que ocasiona fácilmente efectos adictivos y que se considera generalmente como una droga siempre será controvertido.
    Lo ideal en esta situación seria desarrollar múltiples ensayos, análisis, y experimentos con bases y fundamentos bien definidos que convenzan de manera contundente a la población medica y psicológica sobre el uso terapéutico de la mariguana (principalmente de su producto activo, THC (tetrahidrocannabinol)), estableciendo claramente las situaciones en las cuales es recomendable su administración, así como establecer las dosis adecuadas, esto principalmente con el objetivo de evitar la aparición de manifestaciones adictivas. Además, lo adecuado seria que aquellos pacientes aprobados para recibir esta sustancia como parte de su tratamiento farmacológico fueran sometidos a un estricto control (monitoreo) frecuente y constante, así evitar alteraciones en su consumo, y por consiguiente, en su efecto benéfico tanto a corto como a largo plazo.
    Sin embargo, para esto, se debe estrechar un pacto bien establecido con el gobierno federal, pues sabemos que este tema no solo es propio del Sector Salud, sino también del Sector Político, quien se encargaría de aprobar y regular su distribución y administración, así como establecer leyes para prohibir su consumo en dosis inadecuadas, así como prevenir su llegada (por vías clandestinas) a la población en general.
    En si, vaya tema difícil de abordar.

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